AMMA SINCLÉTICA

9-      Amma Sinclética dijo: “En el mundo, aquellos que han cometido una falta, aunque sea involuntariamente, van a la prisión; y nosotros, a causa de nuestras faltas, nos encarcelamos a nosotros mismos a fin de que este juicio voluntario haga huir el castigo futuro. ¿Ayunas? No pongas como pretexto la enfermedad, porque los que no ayunan caen en enfermedades parecidas. ¿Empiezas a actuar bien? No dejes que te frenen los obstáculos del enemigo, él mismo quedará paralizado por tu fortaleza. En efecto, los que se lanzan a navegar aprovechan el viento favorable después de desplegar las velas; cuando después se encuentran con un viento contrario, los marineros no desmantelan su navío, sino que esperando un poco o luchando contra la tempestad, continúan con la navegación. Esto mismo sirve para nosotros cuando encontramos un viento adverso: finalizamos nuestra navegación tranquilamente desplegando la cruz como bandera”.

10-      Un anciano dijo: “Ayuna con inteligencia y exactitud. Vigila que el enemigo no se inmiscuya en tu ayuno. Quizás sea este el motivo por el que el Señor ha dicho: Convertíos en cambistas expertos, es decir, reconoced bien la efigie real. Hay ciertas diferencias. La naturaleza del oro es siempre la misma, la diferencia está en el cuño. El oro es el ayuno, la continencia y la limosna; los paganos han impreso la imagen de su tirano y todos los heréticos se glorían de ello. Hay que verlos y huir como de la falsa moneda. Vigila no caer bajo su dominio y su poder por falta de conocimiento. Recibe con valor la cruz del Señor impresa en las virtudes, es decir, una fe recta que practica obras santas”. [Apotegma extraído de la Vita Syncleticae, 100b (PG 28, 1549 BC)].

11-      Y decía: “Quien acumula riquezas materiales conseguidas con fatiga y peligros del mar, a pesar de obtener mucho, desea aún más, estimando aquello que tiene por nada en relación con aquello que no posee. Pero nosotros, sin que tengamos nada de aquello que buscan, no queremos poseer nada por el temor de Dios”.

12-      Amma Sinclética dijo: “Imita al publicano, a fin de no ser condenado como el fariseo (cf. Lc 18,9-14). Escoge la mansedumbre de Moisés, para que tu corazón, que es duro como la piedra, se transforme en fuente de agua (cf. Nm 12,3).

13-      Y decía además:” Hay una tristeza útil y otra nociva: la tristeza útil es aquella que nos hace llorar por nuestros pecados y por la enfermedad del prójimo y no nos impide tomar la decisión de buscar la perfección del bien; pero hay también una tristeza que proviene del enemigo, completamente irracional, llamada por algunos acedia. De esta nos tenemos que alejar, especialmente con la oración y la salmodia”.

14-      Amma Sinclética dijo:” Es peligroso que enseñe aquel que no ha aprendido de la experiencia de la vida. Es como quien tiene una casa en ruinas: acoge huéspedes, pero los daña si la casa se zarandea. Así  aquellos que primero no se han construido a sí mismos, llevan a la ruina a quienes se le acercan. En efecto, sus palabras llaman a la salvación, pero su pésima conducta hace daño a los que las siguen”.   

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