6 de mayo de 2016




SENTENCIAS DE AMMA SARA

Pocas cosas sabemos de Amma Sara: que vivió unos sesenta años en Alejandría, en la parte oriental del Nilo, entre Escete y Pelusio, y tuvo contacto con el Abba Pafnucio.
Conocía muy bien las costumbres del desierto. Sus apotegmas, que son diez, nos hablan de ayunos extraordinarios y muestran un espíritu digno de los más sabios  dando consejos. Fue muy venerada y se le dio el título de madre. Junto a Amma Sinclética son consideradas las precursoras de la vida solitaria de la “Ancrene Riwle”, regla inglesa de las mujeres eremíticas del siglo XIII.
1-      Se cuenta de Amma Sara que fue tentada durante trece años por el demonio de la fornicación, y que jamás oró para que la tentación cesara, sino que elle dijo siempre: ¡Oh mi Dios dame fuerzas!
2-      Se decía también que el mismo espíritu de fornicación la tentó con vehemencia, ofreciéndole las vanidades del mundo. Pero no abandonando ni el temor de Dios ni la ascesis, subió un día a su habitación para rezar. Y el espíritu de fornicación se le apareció corporalmente y le dijo: ”Sara, tú me has vencido”. Pero ella dijo:”No he sido yo quien te he vencido, sino mi maestro el Cristo”.
3-      Se cuenta de Amma Sara que pasó sesenta años al lado del río y que nunca se inclinó para mirarlo.
4-      En otra circunstancia dos importantes viejos anacoretas del Pelusio fueron donde estaba Sara. De camino, decían entre sí: ¡Humillemos a esta vieja! Cuidado-la pusieron en guardia-de no enorgullecerte pensando: Los anacoretas han venido a verme a mí que soy una mujer. Físicamente-replicó Sara-soy una mujer, pero no en el razonamiento
5-      Amma Sara dijo: “Si rezo a Dios que todos los hombre estén contentos de mí, me encontraré en la condición de inclinarme ante la puerta de cada uno. Imploraré que mi corazón sea puro con todos”.
6-      Dijo además: “Pongo el pie en la escalera para subir y la muerte bajo mis ojos antes de ir allí”.
7-      Decía todavía: ”Es bueno pedir limosna aunque sea para los hombres. En efecto, con la intención de servir a los hombres se consigue hacer alguna cosa agradable a Dios”.
8-      Una vez unos monjes de Escete fueron a Amma Sara, y ésta les ofreció un cesto de fruta. Ellos se echaron encima de la buena mujer y tomaron las más maduras y maltrechas. Es verdad que sois de Escete, comentó la mujer.
9-      La bienaventurada Sara dijo: “Temo tres cosas: cuando el alma deje el cuerpo, cuando me presente ante Dios y cuando emita sobre mí su veredicto en el día del juicio final. Sólo de pensarlo tiemblo del terror”.
10-   Una vez Amma Sara vio una joven monja que reía, y le dijo: ”No rías, hermana, porque riendo alejas el temor de Dios y te sometes a las risas del diablo”.
Continuará en próxima publicación.


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